lunes, 31 de diciembre de 2012

2012, el año del despedorre


Así es querid@s amig@s, no encontré otra definición para el 2012. Pero momento, no vaya usted a creer que esta es una entrada de quejas, para nada. Es sólo una reflexión global del 2012.
Para hacerme más liviano este trance mejor les digo rapidito lo que si hice este año.
-  1) Pilates 3 veces por semana, muy bien logrado hasta Noviembre. El cuerpo tonificado y fortaleciéndose. No he logrado marcar mi abdomen, pero ya comencé a marcar mis brazos. Objetivo que tenía para hace un año, lo que me hace pensar que voy un año por delante en mi mente y mi cuerpo me alcanza después. El gimnasio sigue en mi vida y de verdad que a quienes no hagan ejercicio se los recomiendo ampliamente.
-  2) Cultivar hábitos de vida saludable, súper logrado. He cambiado por completo mi alimentación general, aunque en temporadas como la navideña me vuelvo loca y he comido de todo. El cambio ha sido gradual, no es una dieta, no es un sacrifico, es un cambio de hábitos que además se refleja bien en mi organismo y me estimula a seguir adelante.
De lo demás ni hablamos, ¿para qué flagelarme o disculparme? Díganme ustedes ¿PARA QUÉ? Mejor pasamos directito a la reflexión del año “del fin del mundo”.

Ya les digo que fue un despedorre. No sé describirlo de otra forma, raro, confuso, denso, en fin, no me sentí a mis anchas en este 2012. Es que no sé cómo hacerlo sin quejarme, porque no quiero que suene a queja, sólo siento que en un balance general me costó más trabajo que otros años. Es un tema más personal que de las circunstancias. Siento que tomé malas decisiones en algunos aspectos que me han tenido decaída. El más importante y que rige en general es que no me gusta la casa a la que me cambié. Imagínense ustedes viviendo en un lugar que no les gusta, es como renegar de a poquito diario y eso me ha dado un bajón. Parece una cosa simple, sin embargo para mí que soy hogareña es tristísimo, con decirles que ni adorné de Navidad. Me siento estancada y atrapada, situación que se ha manifestado en otra áreas de mi vida.
Ahora, ¿qué es lo bueno de esta situación? Que me obliga a moverme, a buscar alternativas y recursos para compensar; además de poder comprobar que mi mente si se ha instalado en un pensamiento positivo diferente al de otras etapas de mi vida. Lo veo como una pruebita apara ver si deveritas deveritas  he transformado un poco mi pensamiento y visión sobre las cosas.

Vámonos a lo bueno del 2012.

Ver como mi vida se está organizando en sintonía con un estilo de vida más saludable al que tenía antes.  Durante unos meses mi hermana, que es health coach (la pueden seguir en Twitter en @lucianavazquez) me hizo mi menú diario con comida saludable y todo mega orgánico. No saben el cambio de organismo, vitalidad y balance. Lo mejor es que no fue un sacrificio porque siempre comía delicioso y no es que eliminará cosas de mi alimentación, más bien las sustituía con mejores opciones. Eso me permitió bajar de peso (no era una gorda pero me estilicé más), además de continuar con mi rutina semanal de ejercicio. Para esto me cambié a un club más en forma, me inscribí al Sportsworld (http://www.sportsworld.com.mx/) y lo recomiendo ampliamente. Mi rutina ahora es Pilates, pesas, estoy comenzando con una clase de Body Balance muy buena y natación. Voy 3 veces por semana y si  puedo 4. Créanme, si yo he logrado esta disciplina ¡CUALQUIERA PUEDE! No movía un dedo ni en defensa propia, nadie me creía hasta que poco a poco han visto los resultados y ahora me dicen “es que si te cambió el cuerpo, es que cómo le hiciste” Lo hice de la única forma que se puede ¡CON DISCIPLINA! ¡A mover las carnitas!

Comencé a tomar clases de Kabbalah. Esto para seguir estimulando mi mente y mi alma. Ni crean eh, apenas llevo 4 clases. Fíjense que no les he contado que mi mamá es astróloga, numeróloga, cabalista y demás. Mis amigas le dicen “La bululú” porque siempre sale con algún comentario sobre el Universo y los planetas. El caso es que hace años le traduje completitos unos libros de astrología cabalista y “El Zohar”. Yo lo hice para ganarme una lana, sin embrago me quedé con muchas de las ideas que traduje. Hace poco mi amiga Lauri me contó que estaba en clases de Kabbalah y me latió la onda. Pues ha sido maravilloso darme cuenta que aquello que traduje hace tantos años se quedó dando vueltas en mi mente hasta que estuve lista para tener una mejor comprensión de los significados cabalísticos. No les cuento más porque apenas comienzo pero creo que estoy en un umbral positivo (creo que nunca les he platicado de mi idea de los Umbrales, otro día se las comparto).

Cambio total de look. Ya les chillé hace como dos entradas de mi corte de pelo. Resulta que ahora me gusta mucho, me siento súper a gusto con él. Y lo estoy tomando como símbolo de un cambio personal que se ha unido al hecho de que regresé a terapia. Soy psicóloga (no sé si les había contado), y como tal considero importante tener un espacio personal de reflexión y acomodación. Me fascina el estar entrando de nuevo a las partes inconscientes de mi mente y mi corazón, explorarme para seguir resolviendo situaciones que me hacen sentir mejor. Es revitalizante soltar los brazos y dejar que se caiga lo que no tiene razón de ser o estar.

Retomé mi consultorio. Esto sin duda es una de las más grandes satisfacciones de este año. Durante años di terapia emocional a niños y adolescentes, pero desde que comencé a trabajar en marketing lo dejé. Por diferentes circunstancias este año me han llegado pacientes, a algunos lo he podido atender, pero a otros no por el horario. Retomé mi consulta los sábados, lo que limita mis posibilidades de atención. No importa que sea sólo un día a la semana, esto me ha dado grandes alegrías al reencontrarme con una actividad que amo. Aún cuando en marketing me ha ido bien y he tenido grandes satisfacciones, nada se compara con la posibilidad de ayudar a un niño o adolescente a expresar sus emociones y acomodar sus situaciones de forma tal que pueda ser más feliz.

Me compré una tele. Jajaja, síiiiiii, ¡me compré una tele! No están ustedes para saberlo, pero yo sí para contarles que no tenía tele. ¿Para qué si no la veo? Tan no la veo que lleva un mes en su caja en mi sala. Lo importante es que tengo tele nueva 


Pues así bajita la mano este fue mi 2012.  ¿El de ustedes cómo estuvo?
¿Planes para el 2013? Mejor me quedo también en calma dejando que germinen semillas que espero haber sembrado en terrenos fértiles, pero eso sí, vengo renovada para el 2013