Así es querido lectores -si es que queda alguno por ahí-
parafraseando la dichosa canción les platico que no andaba muerta y menos de
parranda, andaba trabajando duro, muy duro.
Un cambio de trabajo, eso fue lo que me paso. Cambié de
chamba y por ello abandoné este bonito blog durante tantos meses. Este nuevo trabajo
ha implicado un gran reto laboral y personal que requirió de toda mi energía
los pasados 6 meses. Cuando lo acepté
sabía que venían tiempos de entregarme completamente a esta nueva aventura y
así fue, dejé de escribir, un poco de leer, el gimnasio, los buenos hábitos,
etc, todo con el fin de concentrarme en el proyecto. Ahora la situación sigue
requiriendo un gran esfuerzo pero puedo retomar mis actividades cotidianas.
Poco o casi nada les platico de mi chamba y esta vez quiero
compartirles sobre este tema. Como algunos de ustedes saben soy Psicóloga y me
certifiqué como Coach, sin embargo desde hace 10 años me dedico al Marketing.
Para ser más precisa, trabajo en investigación de mercados explorando las
necesidades y emociones de las personas con respecto de productos, servicios
y/o marcas para que las empresas puedan diseñar mejores estrategias de negocio.
¿Mejores para quién?.... eso es otro tema que tal vez un día aborde.
Esta carrera profesional en Marketing la comencé hace 10
años. El 1º de Noviembre del 2004 me presenté a
mi primer día de trabajo como Trainee en lo que entonces se llamaba
Research International. Llegué sin saber ni jota de investigación de mercados y
menos de Marketing, ese mismo día me llevaron a mi primera junta con cliente y
casi lloro al llegar a mi casa porque no había entendido nada de lo que se
había dicho. Conceptos como evaluación monódica, brief, debrief,
material POP, entorno competitivo, etc eran arameo antiguo para mí. En esa
empresa tuve la buena suerte de ser entrenada por Betty y León, quiénes me
enseñar a pensar con la lógica del negocio. Trabajé con muchas personas como
compañeros y clientes y hoy la mayoría son grandes amigos, guardo un inmenso
cariño a los 4 años que pasé en “la bonita comuna hippie” que formábamos en RI.
Mis dos jefes fueron Claudia S., quién me enseñó a “workshopear” y a “pensar en
monitos” y Alejo, quién siempre ha creído en mi más que de lo que yo creo. La
parte padre fue que tuve crecimiento personal y profesional. En 2007, 3 años
después de mi primer día del terror fui nombrada Associated Director del área.
En 2008 decidí dejar RI para integrarme a Brain como
Subdirectora del área (que se subdirigía a sí misma). Esta es una empresa 100%
Mexicana que ha sido desarrolla de forma increíble por Laura, dueña, CEO, mujer
y profesional ejemplar. Aquí tuve dos
maravillosos jefes: mi queridísimo amigo y consejero Alejo -qué me llevó con él
para emprender el reto de echar a andar el área después de un año de
inactividad- y Claudia G., también gran amiga, comadre de la vida y ejemplo en
lo personal y lo profesional.
En Brain estuve 5 años, de los cuáles 3.5 trabajé con
Claudia G. aprendiendo muchísimo en todos los sentidos. Alrededor del 4to año
en Brain comencé a sentirme inquieta, sentía que algo me faltaba y en un primer
momento pensé que era un aumento o algo parecido, así que lo pedí, sin embargo
las cosas no lo permitían. En ese caso pedí que si no tenía un aumento en
dinero me lo dieran en tiempo y después de algunas pláticas estuve el último
año en Brain trabajando de martes a jueves en la oficina, y lunes y viernes
libres para dedicarme a otras cosas que llenaran ese huequito que se iba
abriendo en mí. Esos dos días a la semana reabrí mi consultorio para dar
terapia a niños y adolescentes así como para dedicarme más en forma a dar
Coaching. Así pasaba el tiempo mientras me preguntaba qué quería seguir
haciendo con mi futuro laboral ya que no estaba al 100% satisfecha de forma
personal, ahora sé que me faltaba emoción. Es algo difícil de explicar pero no
veía hacia donde crecer y sentía cosquillitas de algo más.
Así estaba yo, chiflando en la loma pensando qué camino
seguir. Ya había logrado tener dos días a la semana para emprender el camino de
regreso a mis raíces terapéuticas cuando en Julio del 2013 me buscan para
ofrecerme ser la cabeza del área en TNS. Resulta que en esos 5 años que pasaron
Research International se fusionó con
TNS y ahora son la misma empresa. O sea, tenía la oportunidad de regresar como
cabeza del área de la empresa en la que me había formado, lo cual por nostalgia
y las capacidades de una empresa así llamaba mucho mi atención, pero por el
nivel de responsabilidad, y al estar en medio de decir si irme de freelance
para dedicarme 50% al marketing y 50% a
la práctica terapéutica, me parecía una locura.
Para no hacerles el cuento largo, después de una profunda
reflexión personal, pláticas con amigos, colegas, familia y demás acepté
hacerme cargo de la Dirección del área en Enero de 2014. Fue una gran decisión
de vida ya que no se trataba de decidir entre trabajar en una empresa u otra,
significaba replantear mi vida por los próximos años hacia un camino diferente
del que llevaba recorrido casi hasta la mitad. Además de tener que trabajar con mis inseguridades personales en
forma de ¿Podré con el paquete? ¿Qué ven
otros en mí que piensan que puedo dirigir el área y hacerlo bien? ¿Y si la
riego por completo?, lo cual es un paquetito bastante interesante.
El pasado Febrero entré a mi nuevo trabajo y en estos meses
vaya que he crecido en varios aspectos. Ha sido entrar a una feria de emociones
y situaciones que me han llevado a dar pasos como persona, ya que sin
menospreciar lo laboral, ese es el reto a gran escala, el crecer como personas.
Obviamente también en lo profesional me he transformado en estos 6 meses.
Han sido meses de trabajo duro y divertido. Disfruto
enormemente este trabajo y esta responsabilidad, es como un rompecabezas enorme
que he tenido que ir armando con el apoyo de mi jefe, los otros directores, mi
jefa regional, mi jefa global, el equipo del área, los freelances, etc. Esa ha
sido una parte increíble, el trabajo en equipo, la cooperación, ese elemento
que nos hace a todos lograr nuestras metas y ser parte de algo más grande. La
verdad estoy súper feliz aprendiendo lo más que puedo y aprovechando esta experiencia
de vida en este escenario en el que hoy
me toca estar.
Claro que no todo ha sido miel sobre hojuelas: hubo que re
estructurar en lo funcional y en lo emocional a un equipo que tenía 6 meses sin
cabeza, 3 personas han estado- están de
incapacidad por maternidad y el típico rechazo de algunas personas cuando entra
un jefe nuevo. Pero ¿qué sería la vida sin retos, sin emoción?
Esa es la razón por la que no he podido escribir de mis 40
años recién cumplidos, de la vida y el amor, del nuevo cambio de casa que estoy
por hacer, de los aprendizajes y reflexiones que he tenido en este tiempo, pero
me parece que está justificado, tuve que centrar toda mi capacidad en para
aprovechar la energía de los cambios. Con alegría puedo decir que estoy muy
contenta en esta chamba, ni por un segundo he pensado que he tomado una decisión
equivocada al re enfocar mi camino profesional. Es más creo que este camino
también me permite generar bienestar a las personas aunque no de forma tan
directa. Creo que en el trabajo cotidiano de oficina también podemos dar
bienestar a la gente, también podemos tocar de forma positiva la vida de aquellos
con los que trabajamos diario, claro, siempre que lo permitan. Tampoco voy con
cara de Madre Teresa, hay decisiones que tomar que pueden no ser muy populares,
sin embargo aquí estamos todos aprendiendo y remando para el objetivo final más
importante que es la felicidad, la realización personal que va más allá de la
profesional.
Mientras esté aquí daré lo mejor de mí y como siempre, estoy
de brazos abiertos a la vida para dar y recibir aquellos que corresponde,
porque eso sí es real, nos llega lo que nos corresponde y en este momento me
corresponde aprender aquí con estas situaciones, el escenario sólo es el
pretexto para que suceda la vida.
Gracias a aquellos que me siguen leyendo aún después de esta
ausencia, tengo la intención de recuperar el tiempo perdido mientras sigo en
esta aventura laboral. Espero que ustedes disfruten su trabajo tanto como yo,
si no, cámbiense, siempre se puede hacer algo que nos apasione.
PD. Por cierto, sigo dando Caoching en mis “tiempos libres”,
por sí se les ofrece J
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