jueves, 18 de septiembre de 2014

No andaba muerta....y menos de parranda

Así es querido lectores -si es que queda alguno por ahí- parafraseando la dichosa canción les platico que no andaba muerta y menos de parranda, andaba trabajando duro, muy duro.
Un cambio de trabajo, eso fue lo que me paso. Cambié de chamba y por ello abandoné este bonito blog durante tantos meses. Este nuevo trabajo ha implicado un gran reto laboral y personal que requirió de toda mi energía los pasados 6 meses.  Cuando lo acepté sabía que venían tiempos de entregarme completamente a esta nueva aventura y así fue, dejé de escribir, un poco de leer, el gimnasio, los buenos hábitos, etc, todo con el fin de concentrarme en el proyecto. Ahora la situación sigue requiriendo un gran esfuerzo pero puedo retomar mis actividades cotidianas.
Poco o casi nada les platico de mi chamba y esta vez quiero compartirles sobre este tema. Como algunos de ustedes saben soy Psicóloga y me certifiqué como Coach, sin embargo desde hace 10 años me dedico al Marketing. Para ser más precisa, trabajo en investigación de mercados explorando las necesidades y emociones de las personas con respecto de productos, servicios y/o marcas para que las empresas puedan diseñar mejores estrategias de negocio. ¿Mejores para quién?.... eso es otro tema que tal vez un día aborde.
Esta carrera profesional en Marketing la comencé hace 10 años. El 1º de Noviembre del 2004 me presenté a  mi primer día de trabajo como Trainee en lo que entonces se llamaba Research International. Llegué sin saber ni jota de investigación de mercados y menos de Marketing, ese mismo día me llevaron a mi primera junta con cliente y casi lloro al llegar a mi casa porque no había entendido nada de lo que se había dicho. Conceptos como  evaluación monódica, brief, debrief, material POP, entorno competitivo, etc eran arameo antiguo para mí. En esa empresa tuve la buena suerte de ser entrenada por Betty y León, quiénes me enseñar a pensar con la lógica del negocio. Trabajé con muchas personas como compañeros y clientes y hoy la mayoría son grandes amigos, guardo un inmenso cariño a los 4 años que pasé en “la bonita comuna hippie” que formábamos en RI. Mis dos jefes fueron Claudia S., quién me enseñó a “workshopear” y a “pensar en monitos” y Alejo, quién siempre ha creído en mi más que de lo que yo creo. La parte padre fue que tuve crecimiento personal y profesional. En 2007, 3 años después de mi primer día del terror fui nombrada Associated Director del área.
En 2008 decidí dejar RI para integrarme a Brain como Subdirectora del área (que se subdirigía a sí misma). Esta es una empresa 100% Mexicana que ha sido desarrolla de forma increíble por Laura, dueña, CEO, mujer y profesional ejemplar. Aquí  tuve dos maravillosos jefes: mi queridísimo amigo y consejero Alejo -qué me llevó con él para emprender el reto de echar a andar el área después de un año de inactividad- y Claudia G., también gran amiga, comadre de la vida y ejemplo en lo personal y lo profesional.
En Brain estuve 5 años, de los cuáles 3.5 trabajé con Claudia G. aprendiendo muchísimo en todos los sentidos. Alrededor del 4to año en Brain comencé a sentirme inquieta, sentía que algo me faltaba y en un primer momento pensé que era un aumento o algo parecido, así que lo pedí, sin embargo las cosas no lo permitían. En ese caso pedí que si no tenía un aumento en dinero me lo dieran en tiempo y después de algunas pláticas estuve el último año en Brain trabajando de martes a jueves en la oficina, y lunes y viernes libres para dedicarme a otras cosas que llenaran ese huequito que se iba abriendo en mí. Esos dos días a la semana reabrí mi consultorio para dar terapia a niños y adolescentes así como para dedicarme más en forma a dar Coaching. Así pasaba el tiempo mientras me preguntaba qué quería seguir haciendo con mi futuro laboral ya que no estaba al 100% satisfecha de forma personal, ahora sé que me faltaba emoción. Es algo difícil de explicar pero no veía hacia donde crecer y sentía cosquillitas de algo más.
Así estaba yo, chiflando en la loma pensando qué camino seguir. Ya había logrado tener dos días a la semana para emprender el camino de regreso a mis raíces terapéuticas cuando en Julio del 2013 me buscan para ofrecerme ser la cabeza del área en TNS. Resulta que en esos 5 años que pasaron Research International se fusionó  con TNS y ahora son la misma empresa. O sea, tenía la oportunidad de regresar como cabeza del área de la empresa en la que me había formado, lo cual por nostalgia y las capacidades de una empresa así llamaba mucho mi atención, pero por el nivel de responsabilidad, y al estar en medio de decir si irme de freelance para dedicarme 50% al marketing  y 50% a la práctica terapéutica, me parecía una locura.
Para no hacerles el cuento largo, después de una profunda reflexión personal, pláticas con amigos, colegas, familia y demás acepté hacerme cargo de la Dirección del área en Enero de 2014. Fue una gran decisión de vida ya que no se trataba de decidir entre trabajar en una empresa u otra, significaba replantear mi vida por los próximos años hacia un camino diferente del que llevaba recorrido casi hasta la mitad. Además de tener que  trabajar con mis inseguridades personales en forma de ¿Podré con el paquete? ¿Qué ven otros en mí que piensan que puedo dirigir el área y hacerlo bien? ¿Y si la riego por completo?, lo cual es un paquetito bastante interesante.
El pasado Febrero entré a mi nuevo trabajo y en estos meses vaya que he crecido en varios aspectos. Ha sido entrar a una feria de emociones y situaciones que me han llevado a dar pasos como persona, ya que sin menospreciar lo laboral, ese es el reto a gran escala, el crecer como personas. Obviamente también en lo profesional me he transformado en estos 6 meses.
Han sido meses de trabajo duro y divertido. Disfruto enormemente este trabajo y esta responsabilidad, es como un rompecabezas enorme que he tenido que ir armando con el apoyo de mi jefe, los otros directores, mi jefa regional, mi jefa global, el equipo del área, los freelances, etc. Esa ha sido una parte increíble, el trabajo en equipo, la cooperación, ese elemento que nos hace a todos lograr nuestras metas y ser parte de algo más grande. La verdad estoy súper feliz aprendiendo lo más que puedo y aprovechando esta experiencia  de vida en este escenario en el que hoy me toca estar.
Claro que no todo ha sido miel sobre hojuelas: hubo que re estructurar en lo funcional y en lo emocional a un equipo que tenía 6 meses sin cabeza, 3 personas han estado- están  de incapacidad por maternidad y el típico rechazo de algunas personas cuando entra un jefe nuevo. Pero ¿qué sería la vida sin retos, sin emoción?
Esa es la razón por la que no he podido escribir de mis 40 años recién cumplidos, de la vida y el amor, del nuevo cambio de casa que estoy por hacer, de los aprendizajes y reflexiones que he tenido en este tiempo, pero me parece que está justificado, tuve que centrar toda mi capacidad en para aprovechar la energía de los cambios. Con alegría puedo decir que estoy muy contenta en esta chamba, ni por un segundo he pensado que he tomado una decisión equivocada al re enfocar mi camino profesional. Es más creo que este camino también me permite generar bienestar a las personas aunque no de forma tan directa. Creo que en el trabajo cotidiano de oficina también podemos dar bienestar a la gente, también podemos tocar de forma positiva la vida de aquellos con los que trabajamos diario, claro, siempre que lo permitan. Tampoco voy con cara de Madre Teresa, hay decisiones que tomar que pueden no ser muy populares, sin embargo aquí estamos todos aprendiendo y remando para el objetivo final más importante que es la felicidad, la realización personal que va más allá de la profesional.
Mientras esté aquí daré lo mejor de mí y como siempre, estoy de brazos abiertos a la vida para dar y recibir aquellos que corresponde, porque eso sí es real, nos llega lo que nos corresponde y en este momento me corresponde aprender aquí con estas situaciones, el escenario sólo es el pretexto para que suceda la vida.
Gracias a aquellos que me siguen leyendo aún después de esta ausencia, tengo la intención de recuperar el tiempo perdido mientras sigo en esta aventura laboral. Espero que ustedes disfruten su trabajo tanto como yo, si no, cámbiense, siempre se puede hacer algo que nos apasione.


PD. Por cierto, sigo dando Caoching en mis “tiempos libres”, por sí se les ofrece J

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