lunes, 31 de diciembre de 2012

2012, el año del despedorre


Así es querid@s amig@s, no encontré otra definición para el 2012. Pero momento, no vaya usted a creer que esta es una entrada de quejas, para nada. Es sólo una reflexión global del 2012.
Para hacerme más liviano este trance mejor les digo rapidito lo que si hice este año.
-  1) Pilates 3 veces por semana, muy bien logrado hasta Noviembre. El cuerpo tonificado y fortaleciéndose. No he logrado marcar mi abdomen, pero ya comencé a marcar mis brazos. Objetivo que tenía para hace un año, lo que me hace pensar que voy un año por delante en mi mente y mi cuerpo me alcanza después. El gimnasio sigue en mi vida y de verdad que a quienes no hagan ejercicio se los recomiendo ampliamente.
-  2) Cultivar hábitos de vida saludable, súper logrado. He cambiado por completo mi alimentación general, aunque en temporadas como la navideña me vuelvo loca y he comido de todo. El cambio ha sido gradual, no es una dieta, no es un sacrifico, es un cambio de hábitos que además se refleja bien en mi organismo y me estimula a seguir adelante.
De lo demás ni hablamos, ¿para qué flagelarme o disculparme? Díganme ustedes ¿PARA QUÉ? Mejor pasamos directito a la reflexión del año “del fin del mundo”.

Ya les digo que fue un despedorre. No sé describirlo de otra forma, raro, confuso, denso, en fin, no me sentí a mis anchas en este 2012. Es que no sé cómo hacerlo sin quejarme, porque no quiero que suene a queja, sólo siento que en un balance general me costó más trabajo que otros años. Es un tema más personal que de las circunstancias. Siento que tomé malas decisiones en algunos aspectos que me han tenido decaída. El más importante y que rige en general es que no me gusta la casa a la que me cambié. Imagínense ustedes viviendo en un lugar que no les gusta, es como renegar de a poquito diario y eso me ha dado un bajón. Parece una cosa simple, sin embargo para mí que soy hogareña es tristísimo, con decirles que ni adorné de Navidad. Me siento estancada y atrapada, situación que se ha manifestado en otra áreas de mi vida.
Ahora, ¿qué es lo bueno de esta situación? Que me obliga a moverme, a buscar alternativas y recursos para compensar; además de poder comprobar que mi mente si se ha instalado en un pensamiento positivo diferente al de otras etapas de mi vida. Lo veo como una pruebita apara ver si deveritas deveritas  he transformado un poco mi pensamiento y visión sobre las cosas.

Vámonos a lo bueno del 2012.

Ver como mi vida se está organizando en sintonía con un estilo de vida más saludable al que tenía antes.  Durante unos meses mi hermana, que es health coach (la pueden seguir en Twitter en @lucianavazquez) me hizo mi menú diario con comida saludable y todo mega orgánico. No saben el cambio de organismo, vitalidad y balance. Lo mejor es que no fue un sacrificio porque siempre comía delicioso y no es que eliminará cosas de mi alimentación, más bien las sustituía con mejores opciones. Eso me permitió bajar de peso (no era una gorda pero me estilicé más), además de continuar con mi rutina semanal de ejercicio. Para esto me cambié a un club más en forma, me inscribí al Sportsworld (http://www.sportsworld.com.mx/) y lo recomiendo ampliamente. Mi rutina ahora es Pilates, pesas, estoy comenzando con una clase de Body Balance muy buena y natación. Voy 3 veces por semana y si  puedo 4. Créanme, si yo he logrado esta disciplina ¡CUALQUIERA PUEDE! No movía un dedo ni en defensa propia, nadie me creía hasta que poco a poco han visto los resultados y ahora me dicen “es que si te cambió el cuerpo, es que cómo le hiciste” Lo hice de la única forma que se puede ¡CON DISCIPLINA! ¡A mover las carnitas!

Comencé a tomar clases de Kabbalah. Esto para seguir estimulando mi mente y mi alma. Ni crean eh, apenas llevo 4 clases. Fíjense que no les he contado que mi mamá es astróloga, numeróloga, cabalista y demás. Mis amigas le dicen “La bululú” porque siempre sale con algún comentario sobre el Universo y los planetas. El caso es que hace años le traduje completitos unos libros de astrología cabalista y “El Zohar”. Yo lo hice para ganarme una lana, sin embrago me quedé con muchas de las ideas que traduje. Hace poco mi amiga Lauri me contó que estaba en clases de Kabbalah y me latió la onda. Pues ha sido maravilloso darme cuenta que aquello que traduje hace tantos años se quedó dando vueltas en mi mente hasta que estuve lista para tener una mejor comprensión de los significados cabalísticos. No les cuento más porque apenas comienzo pero creo que estoy en un umbral positivo (creo que nunca les he platicado de mi idea de los Umbrales, otro día se las comparto).

Cambio total de look. Ya les chillé hace como dos entradas de mi corte de pelo. Resulta que ahora me gusta mucho, me siento súper a gusto con él. Y lo estoy tomando como símbolo de un cambio personal que se ha unido al hecho de que regresé a terapia. Soy psicóloga (no sé si les había contado), y como tal considero importante tener un espacio personal de reflexión y acomodación. Me fascina el estar entrando de nuevo a las partes inconscientes de mi mente y mi corazón, explorarme para seguir resolviendo situaciones que me hacen sentir mejor. Es revitalizante soltar los brazos y dejar que se caiga lo que no tiene razón de ser o estar.

Retomé mi consultorio. Esto sin duda es una de las más grandes satisfacciones de este año. Durante años di terapia emocional a niños y adolescentes, pero desde que comencé a trabajar en marketing lo dejé. Por diferentes circunstancias este año me han llegado pacientes, a algunos lo he podido atender, pero a otros no por el horario. Retomé mi consulta los sábados, lo que limita mis posibilidades de atención. No importa que sea sólo un día a la semana, esto me ha dado grandes alegrías al reencontrarme con una actividad que amo. Aún cuando en marketing me ha ido bien y he tenido grandes satisfacciones, nada se compara con la posibilidad de ayudar a un niño o adolescente a expresar sus emociones y acomodar sus situaciones de forma tal que pueda ser más feliz.

Me compré una tele. Jajaja, síiiiiii, ¡me compré una tele! No están ustedes para saberlo, pero yo sí para contarles que no tenía tele. ¿Para qué si no la veo? Tan no la veo que lleva un mes en su caja en mi sala. Lo importante es que tengo tele nueva 


Pues así bajita la mano este fue mi 2012.  ¿El de ustedes cómo estuvo?
¿Planes para el 2013? Mejor me quedo también en calma dejando que germinen semillas que espero haber sembrado en terrenos fértiles, pero eso sí, vengo renovada para el 2013 

martes, 23 de octubre de 2012

Para que no se queden con el pendiente


No quiero que luego digan que nada más los preocupo y no les comparto las segundas partes de mis “lamentos” ¡ja!
En mi última entrada estaba saturada, con ganas de irme a la playa para aventar los tacones, ponerme chanclas y cargarme con la energía del mar. Tengo la buena costumbre de obedecer a mi intuición y si ella dice “detente” mi vida la obedece, así que me fui 5 días a Los Cabos a visitar a mi querida amiga Saraí, quien se portó como una súper anfitriona con su servidora.

El viaje fue de lo más reparador, el alto en el camino que tanto necesitaba. Por fin me sumergí en el mar, esa primera bocanada al regresar a la superficie es el comienzo de un viejo ritual personal. Una vez llena de agua y sal nado lo más lejos posible y me pongo “de muertito” para dejarme estar hasta que el mar me va regresando a la orilla. Durante ese vaivén mi mente se vacía, siento el agua entrando en mis oídos, escuchó las olas, admiro el cielo, disfruto de la sensación del sol y aspiro el aroma del mar. Ese es el justo momento de “quietud” en el que mi vida comienza a recargarse, es mi momento perfecto, mi “happy spot”. Este hábito me desconecta y me permite ponerme a “foreverear” tranquilamente (término personal usado para cuando mis pensamientos andan sueltos formando nuevas ideas). Mi mente es como un chícharo en cazuela, siempre está de un lado a otro pensando, reflexionando, reorganizando conceptos, buscando aprender, así que debo darle su espacio en lugar de tratar de controlarla y someterla a mi otra mente, la que lucha por amoldarse a la concreción que exige el mundo social.

En esta ocasión, además de ese ritual necesitaba un algo que estableciera claramente haber logrado mi equilibrio. Estaba a la caza de una ceremonia personal para grabarla en la memoria como el símbolo de un nuevo arranque. Para encontrar u organizar estas ceremonias personales no tengo prisa, sé que siempre acaban por llegar en el momento justo, así que mientras este acto se formaba tras bambalinas me divertí mucho.

Saraí lleva 6 años viviendo en Los Cabos, se fue para encontrarse y con este mismo fin se mudaron la mayoría de los amigos que conocí. Eso me dio pie a mi primera forevereada “todos estamos en constante búsqueda de eso que no sabemos qué es, somos capaces de recorrer grandes distancias físicas y emocionales, poniéndole la excusa de un sueño o de un lugar mejor, pero sin importar que tan lejos vamos, si es un viaje temporal o definitivo, esa búsqueda siempre acaba en el mismo destino, en el fondo del corazón. Hasta que no lleguemos a él seguiremos sintiendo la ansiedad primera que nos hizo hacer maletas para desconectarnos de la vida tal como es en ese momento” Para mí no hay más, aún así sé que es algo que tendré que recordar muchas veces. Seguro haré muchos viajes similares y llegaré a la misma conclusión. No importa, me gusta la idea de viajar y lo bueno es que cada vez recuerdo con mayor rapidez que cuando surge una ansiedad es en mí donde debo resolverla, porque no importa a donde vaya uno, las ansiedades se meten en la maleta y se pegan a la piel hasta que las resolvemos desde el corazón.
Otros temas sobre los que forevereé (se complica decidir la ortografía de un término propio) fueron: la grandeza del océano y sus secretos, la magnitud y esencia de Dios, los caminos que quiero seguir, lo que busco en una pareja, todos temas sobre los que seguro luego les contaré.


¿Qué hice para divertirme? Reírme, reírme mucho, cantar, platicar y platicar con mi amiga. Tuve un descorche de alegría, con unos amigos entre 50 y 65 años que me hicieron reír mucho la primera noche; la segunda noche cenamos con otros amigos y un comentario derivó en un ataque de risa de los que te tiran de la silla y no te importa seguir retorciéndote en el piso porque no puedes parar (no que me haya pasado, es solo el ejemplo, ya no me caigo de las sillas J). Después de este ataque he tenido varios más y me encanta la idea de seguir riéndome a carcajadas. Fui a un cantabar “nativo” llamado “Yeyengues” donde bailé con el “choyero” –nativo de Los Cabos- que amablemente se apersonaba en la mesa para sacarme a bailar y fui a una fiesta en la playa bajo una impresionante luna llena disfrazada de los 60´s.

Por fin la última noche apareció mi “acto de psicomagia”. No tuve idea que iba a pasarme hasta que sentí la piel chinita y ganas de llorar por lo conmovida de estar frente a la ceremonia que me había elegido a mí. Ese día fuimos a cenar a un HER-MO-SO restaurante llamado “Sunset Da Monalisa” http://sunsetmonalisa.com/cms/. Está en un lugar privilegiado desde donde se puede apreciar la puesta del sol con el famoso arco de Los Cabos al lado izquierdo. No hay nada que se cruce entre la terraza y el sol, NADA. Al llegar nos comentaron que hacía 3 meses habían comenzado a realizar una ceremonia en el momento justo en que se pone el sol. Ahí estábamos las dos sentaditas plática y plática, con un delicioso vino rosado, cuando 4 meseros bajaron con cuernos y se dispusieron formando un cuadrado entre las mesas, paraditos esperaron la señal.
Justo cuando un solazo rojo tocaba la montaña sonaron los 4 cuernos y todos nos callamos, los meseros fueron rotando para tocar en sentido del Norte, Oeste, Sur y Este mientras el sol se iba escondiendo. Al terminar el ritual de los cuatros puntos cardinales sonó un “¡GONG!” que me retumbó en el alma entera, ahí fue cuando supe que, sin importar ninguna explicación lógica, ese ritual había sido concebido para mí. Al sentir retumbar todo mi cuerpo reconocí mi voz interna diciendo “estás lista”. Me volteé con Saraí y le dije “esto era la último que me faltaba para regresar renovada”, y así fue, regresé renovada y tranquila.
¿Qué pasó con mis relámpagos de Agosto? Lo mismo que pasa con cualquier otro relámpago, con el tiempo perdieron fuerza e impacto.

Relámpago laboral. Una semana antes de irme de vacaciones me encerré para hacer el reporte del proyecto complicado. Lo presentamos regresando de vacaciones, recibimos felicitaciones y una cita para establecer las formas de trabajo para el próximo año. Claro que la vida siempre trae más y los retos laborales se presentan con cada nuevo proyecto, lo importante es entrarle con actitud.

Relámpago habitacional. Nada que al pasar de un año no se pueda resolver. Elegí rápido y con el estómago, hay cosas que no me encantan, pero he decidió honrar mi nuevo hogar por las metas que gracias a este cambio podré alcanzar.

Relámpago de pelito corto. El corte se ha ido acomodando con el tiempo, lo bueno es que me crece rápido. Muchas personas me dicen que me veo mejor que antes (empezando por mi mamá, jaja). Incluso Lacho, -un ex galán que hoy es un gran amigo (siempre trato de conservar los cariños que no llegan a más)- me dijo “nunca te había visto tan guapa como ahora”. Les pondría una foto, pero la chispa de mi personalidad se aprecia mejor en vivo ji. También recibí un mensaje casual cuando abrí la libreta en la que anoto las frases que me gustan de los libros que leo y me encontré lo siguiente: “no existe mujer bonita, cuya belleza haya sido hecha sólo por la naturaleza. Existe, sí, la sensación de la belleza” (Mia Couto, Venenos de dios remedios del diablo) http://revistacritica.com/vigilia/venenos-de-dios-remedios-del-diablo-las-incurables-vidas-de-villa-cacimba-de-mia-couto

No existe un camino correcto con coordenadas exactas ni exento de bifurcaciones confusas. Existe, sí, la sensación de caminar en la dirección correcta …. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Los relámpagos de Agosto



Así es queridos lectores, para que no digan que todo es cantar “únete a los optimistas” ni estar de buenas cascabelando por la vida les contaré mis “relámpagos” durante Agosto (con permisito de Jorge Ibargüengoitia por ocupar el título de su libro). Escribir esto sin duda será catártico. No encontrarán aprendizajes ni reflexiones sobre los sucesos, hasta ahora sólo son relámpagos que me han sacudido.

Todo comenzó en Agosto cuando estaba asentándome en mis 38 años recién cumplidos. Cada 6 meses hago corte de caja para re enfilar mis energías, ese era MI plan hasta que el Universo se expresó contundentemente en contra de mi tranquilidad.

Relámpago 1 
Cambios en la estructura de la oficina

Tenía yo un compañero de banca, Raúl, con quién compartía la coordinación de los proyectos del área. Por distintos motivos se movió a otra área de la compañía. Esta situación provocó un primer tronido en el cielo de mi vida. Hubo que reacomodar esfuerzos, he tenido una carga de trabajo "interesante"; además de que le tengo cariño a la persona con la que compartía oficina y platicaba diario.
A este reajuste le sumamos el desarrollo del proyecto más complicado para coordinar que he tenido en mis 8 años en Investigación de Mercado. Fue una pesadilla que desgastó al equipo completo y a los clientes; generó tan mala vibra que todo lo que pudo salir mal salió mal. En verdad salado desde el principio: mails, llamadas, juntas, mala comunicación, cambios de última hora, eventos de verdad ya karmáticos….¡pesadilla total! No acostumbro estresarme por chamba, pero este proyecto sí me produjo estrés porque no veía por dónde podría resolverse, topábamos con pared por todos lados. Ayer concluyó con un buen raspón, sin embargo falta la parte complicada… analizar la información. Ha sido una piedra atada al zapato y todavía la vengo cargando.

Relámpago 2 
Cambio de hogar

Estaba por mudarme al departamento del amigo que iba a dejarme la renta más barata cuando sucedieron cosas que me hicieron cambiar de opinión. Sería irrespetuoso e injusto contar mi versión de los hechos. El caso es que en un fin de semana tuve que parar mudanza, revisar con mi casero nueva fecha para salirme y encontrar un nuevo departamento. Ya traía el agobio del “bonito” proyecto carcomiéndome y luego este dramita, además de que en la decisión gasté mucho más de lo que tenía previsto. ¿Si se acuerdan que estoy ajustando mis finanzas y bla, bla, bla? Pues como dice el dicho “me salió el tiro por la culata”
Aquí tuve otra piedra en mi zapato que sigo arrastrando un poquito, elegí rápido, tuve tensiones con mi amigo, y apenas esta semana está quedando todo en su lugar en mí nuevo hogar. Planeo quedarme un año en este departamento para después buscar mejor algo ya mío mío.

Relámpago 3 
Cambio radical de look

Este es un tema que no quiero que se malentienda. Hace 5 meses decidí donar mi pelo para una organización que hace pelucas para niños con cáncer (pueden buscarla en FB como Rizos de Alegría), esa causa me motivó, me lo dejé crecer mucho para cortármelo hace 4 semanas. Que quede claro que por ayudar a niños en estas condiciones jamás me arrepentiré.
El problema fue que me cortaron el pelo muchísimo -hasta la barbilla- que para mí es como estar pelona porqué siempre he tenido el pelo largo. Nunca medí el impacto emocional que iba a tener para mí este cambio. Soy vana, ¿qué quieren que haga? Tengo mi parte femenina que asocia el pelo con sensualidad, la posibilidad de peinarme de acuerdo a la situación o al humor que traiga, es un accesorio y un rasgo que yo consideraba parte de mí. Fue un súper shock que terminó por agotar mi ya cansada emocionalidad, suena a drama absurdo de Niurka, pero es real. Era un elemento de seguridad personal y no medí el impacto que tendría. En medio de este tormentón de autoimagen me puse extensiones, luego me las quité, me volví a poner de otra forma las extensiones, me las volví a quitar. A estas alturas ya me voy acostumbrando. He recibido comentarios lindos, y ayer fui a que me hicieran luces para darme más vida a la cara (las mujeres me entenderán). Ya sé que es pelo y crece, pero junto con los otros relámpagos, esto termino por apagar mi brillo. Apenas voy sintiéndome bien con el cambio y la verdad ya me gusta.


En resumen, me siento agotada, apagada y apenas con una chispita de la luz que siempre traigo. Este mes me dejo out en muchos aspectos, claro que debemos agregar a los relámpagos lo que se acumuló de la vida cotidiana. Me siento como con una tenue lucecita, arrastrando la cobija. Tal vez puede parecerles exagerado, pero esto ha sido de forma resumida mi mes, y todo tiene implicaciones que han movido cosas y emociones respecto a mi trabajo, mi familia y sus opiniones de mi cambio de casa, mi identidad personal, mi toma de decisiones y mi comportamiento, aspectos que a su vez se han combinado con otras situaciones dando como resultado una Cobi que pide esquina. Es más, únicamente fui 3 veces al gimnasio durante el mes, siendo éste un gran escape de tensiones y fuente de endorfinas que no puede aprovechar.

Sé que no son las complicaciones más grandes de la existencia, pero son mis complicaciones, y bendigo a la Vida porque estos sean mis problemas. El caso es que hoy miércoles 12 de septiembre pido esquina, ondeo bandera blanca al Universo y me declaro en huelga emotiva hasta nuevo aviso. No voy a salir con la jalada de “son aprendizajes en la vida que nos ayudan a tomar mejores decisiones”, ni siquiera estoy en ese punto de poder decir que me he dado cuenta de algo en todo este embrollo, no me he dado cuenta de nada y sólo arrastro la cobija.

¿Ven como no todo es fiesta en el Cobiworld? Claro que tampoco me azoto, sólo digo “alto y tomemos vacaciones”, vacaciones da la vida tal como está hoy. Sé que estos cambios son umbrales que aún no he podido distinguir hacia qué camino me llevan, pero son cambios que seguro marcan nuevas cosas y para eso necesito inflar la mente y el corazón.
Por todo lo anterior tengo un maravilloso pretexto para ir a ver a mi mejor amigo el mar. Me voy a tomar unos días de descanso para tumbarme al sol, meterme en aguas saldas y recibir el abrazo que llevo necesitando durante estas últimas semanas, un abrazo al espíritu alborotado que en estas situaciones toma posesión de mi. Ya les contaré a mi regreso cómo se van ajustando las cosas, porque de eso no me queda ninguna duda, siempre todo termina por acomodarse en el mejor lugar.

miércoles, 18 de julio de 2012

Rindiendo cuentas de mis 37 años


“Lo que es parejo no es chipotudo”… o lo que es lo mismo, si me comprometo públicamente a mis metas también rindo cuentas públicamente de los logros y pendientes.
Esta dinámica con el Cobimail (en los retos para mis 37 año les expliqué qué es el Cobimail), de escribir objetivos y revisarlos me ha ayudado a seguir mis logros año con año y el balance siempre es en esencia bueno.

Comenzaré pues con el balance de los 37.

Reto 1
Pasar 21 días sin quejarme de nada.
Lo traté de llevar a cabo 3 veces para darme cuenta que me costaba mucho trabajo no quejarme ni del clima, entonces hice un nuevo compromiso. Pienso que si veo claramente algo que no voy a poder cumplir mejor replanteo y hago otra cosa equivalente, sobre todo pensando que el compromiso más importante es conmigo y que los retos que me planteo son porque quiero alcanzar cosas en mi vida.
El caso es que cambié el reto por un retiro de silencio durante todo un fin de semana y una desintoxicación física, mental y emocional. Les dejo la entradita en la que hice el intercambio público  http://gabycobi.blogspot.mx/2011/10/lo-canjeo-lo-cambeo.html
Por cierto, el detox a puro jugo de sirope lo hice muy bien durante una semana, a partir de ahí comencé a cambiar mi alimentación; sí cumplí.

Reto 2
Escribir 5 agradecimientos diarios.
Aún cuando hay días en los que se me pasa escribirlos, lo estoy cumpliendo muy bien. Desde mi cumpleaños 37 tomé una libretita que se me terminó justo a finales del 2011, por lo que decidí llevar una libreta por año. En este momento no recuerdo cuántos agradecimientos anoté en la primera, pero desde Enero del 2012 llevo más o menos 850 agradecimientos escritos. ¿Se fijan? 850 pequeños y grandes detalles que me han pasado en 6 meses. Me parece una buena forma para poner atención a la vida y a los regalos diarios que nos da.


Reto 3
Terminar de pagar mis deudas.
PLOP! (Como Condorito, comic latinoamericano). ¿Para qué mentir? Sigo con ellas. Reto NO CUMPLIDO. Hice algunas estrategias, pero al final terminé volviendo a firmar y de repente -sin darme cuenta y con ojos de inocente-, tengo 3 tarjetas de crédito con saldo pendiente. Ahora, poco a poco, ahí voy de nuevo. Apenas llevo dos meses con nuevas estrategias: pago del doble del mínimo requerido y  sacar las de crédito de mi cartera para ponerlas bajo llave. También me inscribí a un curso en línea de finanzas personales, sin embargo no pude hacerlo porque mi computadora no tiene el programa. En fin…. es tema que sigue necesitando de mi trabajo personal. Por lo pronto, no sólo para saldar tarjetas, también para ahorrar, me cambio de casa a principios de Agosto. Me voy al departamento de un buen amigo que me lo deja con una renta que me permitirá ahorrar unos pesitos. Por cierto, es el 5to cambio de casa en 6 años, jajaja, luego les platico de esta “manía”.

Reto 4
Quitarme el tatuaje en mi tobillo izquierdo.
La verdad, ni siquiera he ido a ver este tema, ya lo haré, ya lo haré. Antes de los retos debí contarles que una vez planteados, y dependiendo de la magnitud o el significado emocional, tardo un aproximado de dos años para realizarlos. No es justificación, es una realidad que no me agobia porque sé que al final termino logrando mis metas.

Reto 5
Operarme la vista.
Me daba súper ansias, pero esto si no puedo dejarlo pasar más. Ya metí mis papeles al seguro (de pura buena suerte el seguro cubre la operación: D), así que lo estaré haciendo en los próximos dos meses. Les platico en cuanto tenga nueva visión.

Reto 6
Continuar con el gimnasio y marcar el abdomen.
Partamos este reto en dos:
Continuar con el gimnasio, súper cumplido. Voy al menos 3 veces por semana e intercalo clases de pilates o un poco de pesas con cardio (elíptica o natación). En Marzo me cambié a un gimnasio  más en forma y estoy feliz ¡viva la mente sana en cuerpo sano! Para complementar mi rutina también he comenzado a cambiar mis hábitos alimenticios. Mi hermana es health coach (sigan sus consejos en Twitter @lucianavazquez), me prepara mi comida diaria súper sana, balanceada y con ingredientes orgánicos Al principio fue un gran esfuerzo, pero ahora ya no es sacrificio. Mi organismo se ha acostumbrado y trabaja mejor que nunca, además la comida es deliciosa.
Marcar el abdomen….¡ESTÁ CAÑÓN! Me tomará más tiempo del esperado, pero lo lograré, no me desanimo….abdominal por abdominal llegaré a mi meta.

Reto 7 y 8
Hacer dos viajes para cumplir dos deseos: ver el cielo desde un observatorio alejado de la contaminación visual de las ciudades y subirme a un globo aerostático.
Estos dos también los cambié por otros dos viajes que fueron padrísimo.
En Agosto me fui a recorrer por 11 días las costas valencianas en una historia romántica y locochona, a lo mejor un día les platico. Disfruté enormemente el mar de esa región, comí rico, descansé y conocí lugares hermosos. Me enamoré de Valencia ¡qué belleza de ciudad!
En Abril me fui a Cancún con mi sobrina. Tengo 3 sobrinas que amo con todo mi corazón (Sus Majestades Princesa Caracola, Princesa Verdurita y Princesa Caramelo). Hace dos años mi Caracola cumplió 10 años y me pidió que la llevara a la playa. Quería irse de viaje sola conmigo, fuimos al Caribe. Decidí que cuando cumplieran 10 años haría el mismo viaje con cada una de ellas. En marzo fue el cumpleaños de mi Verdurita y la pasamos bomba en Cancún. Les recomiendo mucho que vayan con sus hijos, sobrinos, primos, o sin ellos a Xplor. Échenle un ojito a la página http://es.xplor.travel/xplor-todo-incluido.php


Reto 9
Seguir estimulando mi cerebro.
Así ha sido, continuo en cursos o talleres de temas de mi interés y me fascina. Si pudiera me regresaría a la universidad a estudiar más cosas, ahora resulta que quiero ser alumna ejemplar, pues sí. Además de lo increíble que es aprender cosas nuevas que amplían mis horizontes personales, también mi cerebro sigue desarrollándose, es mi gimnasia cerebral. Entre los cursos que tomé este año, disfruté mucho uno de Meloritmia y otro de EFT.
La meloritmia es una práctica de meditación a partir de integrar movimiento con las manos al ritmo de música clásica, melodías hermosas. Se los recomiendo mucho, es meditativo, sanador, relajante…. Pueden encontrar informes es esta página, que es del centro en donde he tomado varios cursos y talleres para el desarrollo personal http://www.caminaati.com.mx/
EFT es una técnica de liberación emocional, así como lo oyen. Les dejo también la página por si les interesa conocer del tema. http://www.eftmx.com/ No es magia, no es brujería, no es rollo “marrullero”. Tendrían que experimentarlo para conocer sus beneficios. De hecho el curso lo tomé con una psicoanalista, ¿imaginan a una psicoanalista ortodoxa dando un curso de liberación emocional a partir de principios de acupuntura? Pues así la cosa. Debo platicarles que retomé mi consultorio, ahora atiendo pacientes los fines de semana (niños y adolescentes). Con uno de ellos he trabajado EFT y los resultados están siendo muy buenos.

Reto 10
Mantener una actitud positiva.
Pues este reto siempre está presente y lográndose. No crean que mi vida es rosa y que camino sobre nubes de algodón siempre, ¡claro qué no! Como todos, tengo broncas, preocupaciones, frustraciones, enojos…. ¡además vivo en la Ciudad de México! El tráfico por sí solo podría ser un catalizador diario de mal humor y enojos. Lo que quiero decirles es que me pasan cosas buenas y malas. Ya una vez decidí ver sólo el lado malo y no me fue bien, ahora decido siempre ver el bueno o soltar y esperar a que las cosas tomen una forma que yo pueda comprender e integrar a mi vida de forma positiva. No siempre puedo, pero cada vez es más fácil. Algo que me hace pensar que voy por buen camino es cuando la gente me busca para pedirme consejo, para preguntarme qué me hecho o que si puedo recomendar “algo” para personas que están pasando por un momento difícil, supongo que se refleja. Así que si ha valido la pena. Obvio tengo mis estrategias para ayudarme a encontrar mi centro cada vez de mejor forma; por ejemplo, hago 1hora diaria de mi casa a la oficina y otra de regreso, no pienso que es tiempo desperdiciado. Traigo en mi coche meditaciones, mantras y audios que aprovecho para escuchar en el camino, es un tiempo personal que me regalo, de esta forma el tráfico no es mi enemigo sino mi aliado para fortalecer el espíritu. Las situaciones y personas sólo son circunstanciales, cada quién valora de acuerdo a su visión personal, mi visión personal es esencialmente positiva.

¿Cuáles son mis retos para los 38?
Ninguno nuevo, este año descansaré de retos nuevos. Llevo exactamente 8 años poniéndome metas cada 6 meses (en mi cumpleaños y Año Nuevo). Continuaré con las cosas que ahora se han convertido en hábitos y  me enfocaré en las piezas sueltas que han quedado en el camino.
Me gusta lo que he construido hasta ahora y quiero darme estos 38 años el regalo de quedarme dónde estoy disfrutando de la vista, ya vendrá los 39 para seguir andado hacia nuevos horizontes.

¿Ustedes cómo andan de metas?

martes, 19 de junio de 2012

¿Cuándo se dieron cuenta de que estaban en el mundo adulto?


Esta es una pregunta que a veces hago a las personas ¿Cuándo fue evidente para ti que estabas en el mundo adulto?
¿Si tengo un trabajo estable y soy independiente económicamente soy un adulto? ¿Si he dejado de salir todos los fines de semana por las noches con mis amigos para pasar más tiempo con mi familia soy un adulto? ¿Si me he casado y tenido hijos soy un adulto? ¿Si tengo problemas económicos y responsabilidad que en ocasiones me superan significa que soy un adulto?
Esta duda me volvió a “atacar” desde hace una semanas en que me junté con mis amigas a cenar. Al terminar la cena repetí mi frase bienvenidas al mundo adulto. Fue una cena ligera con 3 amigas de preparatoria, éramos 4 en total, se imaginaran las cosas que hemos pasado juntas después de 21 años de amistad. Comenzamos platicando de logros, la compra de un departamento, la estabilidad de la que había estado buscando un trabajo que le gustará, la fiesta tan bonita que decoró otra con su negocio de eventos, etc. Después de algunas copas de vino la plática trató temas tan diversos como la decisión de tener hijos o no, problemas económicos familiares, algunas dificultades laborales, la fobia a los aviones -de reciente “adquisición”- que tenía angustiada a la que estaba próxima para viajar a Nueva York, tener la inquietud de vivir en otro país, algunos problemas de salud, así como la indecisión frente a posibles parejas que no parecían “amarrar” del todo.
Al subirme al coche pensé fue Gracias que tengo tan buenas amigas, y que todas nos tenemos la confianza para abrir los temas “difíciles” de la vida. Apartándome un poco del tema de esta entrada, confirmé una más vez la importancia de las amigas para cargar pilas cuando es necesario. Pero también me puse a darle vueltas a todas las situaciones “inesperadas” de vida que se han presentado en mi grupo de amigos: bodas, divorcios, crisis económicas, crisis maritales, crisis de vida, crisis laborales, infidelidades, fallecimientos de padres, embarazos frustrados, enfermedades….
Durante el camino a mi casa volví a preguntarme ¿En qué momento nuestra vida se volvió tan adulta? Después de darle muchas vueltas, pienso que para mí la entrada al mundo adulto fue cuándo me di cuenta de que no todo era posible, que la vida ponía límites a mis sueños y deseos de hacer siempre lo que se me diera la gana sin consecuencias adversas. Vaya… me di cuenta de que era una mujer adulta cuando tuve que resolver el primer problema grave de mi vida, cuando me cayó de lleno la responsabilidad de las decisiones tomadas con el impulso residual de la omnipotencia adolescente; y debo confesar que ya estaba grandecita cuando me asumí como adulta, tenía exactamente 29 años.
A esa edad pasaba yo por una depresión, incluso mi terapeuta me había “sugerido” tomar antidepresivos, ahí fue cuando realmente me asusté. En esa época daba terapias emocionales a niños, trabajaba en el Psiquiátrico Infantil y era miss de kínder; dejé todas esas actividades, al estar mal yo no podía ser ayuda para nadie. Estuve 6 meses sin chamba reencontrándome y fue ahí donde me acuerdo que pensé este es el mundo adulto, me tengo que hacer cargo de mis decisiones y resolver por mis propios medios esta situación. No era como cuando reprobaba una materia y había un extraordinario que me salvará, o chocar mi coche y tener la certeza de que mi papá lo resolvería, o como cuando me cambié a escondidas de una universidad “buena” a una universidad “patito” con tal de estudiar lo que yo quería y sabía que de una o de otra forma me iba a salir con la mía, o incluso los 9 años que me tardé en terminar mi carrera y titularme… por más grave que todo eso fuera había una solución o una justificación que no dependía de mi por completo, siempre alguien me ayudaba o apoyaba, pero salir de una depresión si era cosa seria. ¡ZAS! Me cayó la adultez en medio de una sensación de desesperanza y profunda tristeza.
De ahí comencé a irme para arriba, comencé a resolver tema por tema para despertarme un día y darme cuenta de que mi vida estaba en orden, ¡POR FIN ESTABA EN ORDEN!  Lo había logrado con mi esfuerzo y con el apoyo de todo mi núcleo, pero el mayor trabajo había sido mío, ahora era una adulta RES-PON-SA-BLE. Esta nueva etapa de “adultez responsable” la alcancé a los 33 años. La coronación fue irme a vivir sola, a los 30 años entré a trabajar en marketing y ahora tenía éxito profesional. Era responsable emocional y económicamente, cualquier cosa que pasará en mi vida sabía que podía resolverla y que estaba a cargo.
Ahora creo que he alcanzado otra etapa que hoy voy a llamar “adultez en plenitud”. No es término mío ni nuevo, les digo que trabajo en marketing y es la forma en la que el segmento de edad entre 35 y 45 años describe su etapa de vida. Debo confesar cuando escuchaba esta descripción pensaba qué exageración, ay sí, me siento plen@, ¡qué mentira! Mientras no estuve ahí no lo comprendí, pero sí, hoy me siento plena y los más chistoso es que esa plenitud viene acompañada por la idea de que SI PUEDO LOGRAR TODOS MIS SUEÑOS, NO HAY NADA QUE ME DETENGA.
Parecería que regreso a la omnipotencia adolescente, pero está sensación es diferente. Digamos que el tema adolescente es egoísta, descontrolado y sin responsabilidad, por ejemplo: me gasto la lana de la colegiatura ya veré qué invento para reponerla. No estoy orgullosa, pero lo hice y estaba segura de que lo resolvería con mi inteligencia y astucia, “si me las sabías de todas todas”, además ¡obviooooo mi papá no iba a dejar que perdiera el semestre!
La sensación que tengo ahora tiende fundamentos completamente diferentes, se basa  en la certeza de que si decido hacer algo con la convicción del corazón, dirigido a la construcción de una vida armónica, y con un plan claro no hay nada que no pueda lograr. ¿Ven la diferencia? Sigo siendo soñadora, sin embargo ahora asumo la dirección que decido darle a mi vida, reflexiono sobre los pasos y estoy dispuesta a esforzarme todo lo que sea necesario para lograr mis metas, el elemento nuevo es asumir que las cosas dependen de lo que yo haga, no le delego a nadie el esfuerzo que me toca realizar. También he integrado la capacidad de reconocer cuando un rumbo no es adecuado para mí, saber doblar a tiempo en la esquina correcta para redirigir el rumbo cuando un camino claramente no es para mí.
Ya sé que a veces sueno como “úuuuunete a los optimiiiistas” pero es la realidad, me uní al pensamiento positivo y son las cosas que les puedo compartir. Los que me conocen saben por las que he pasado, los que no, déjenme decirles que soy un claro ejemplo de que cuando una persona cambia su pensamiento cambia su vida y sus circunstancias, ahora con alegría puedo decir que disfruto mi vida adulta aunque la entrada no haya sido una fiesta. Y ustedes ¿cuándo se dieron cuenta de que eran adultos? ¿Cómo describirían su transitar por la adultez? ¿Lo disfrutan?

lunes, 2 de abril de 2012

La inteligencia del corazón

Desde mi muy personal punto de vista nos olvidamos de forma terrible de la inteligencia del corazón para llenar de virtudes intelectuales al cerebro y así justificar conductas y decisiones en función del pensamiento, el cuál sin duda es inteligentísimo… sin embargo, nunca más que el corazón.
Permítanme explicarme mejor desde la perspectiva orgánica y la perspectiva “mágica-musical-emocional”.
Para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo y la reacción frente a cualquier circunstancia de vida damos todo el crédito al cerebro, reconocemos que es él quien da las órdenes precisas a todos nuestros sistemas para funcionar y actuar. Aún así  hay un órgano más inteligente, el corazón, aunque nunca lo consideramos de esa forma. Son nuestros corazones lo que frente a cualquier situación saben con exactitud a qué ritmo deben bombear la sangre para que nuestros cerebros puedan pensar y entonces actuar. El cerebro no regula el pensamiento de nuestro corazón, al contrario, gracias a las sabías decisiones cardíacas es que el cerebro puede reaccionar, entonces ¿quién es el órgano más inteligente? Para mí el corazón, y justo por esa gran inteligencia es que le gusta pasar desapercibido; es tan sabio que la humildad es una de grandes sus virtudes, razón por la cual siempre sonríe de lado dejándole todo el mérito a la obviedad cerebral.
Ahora, en el mundo “mágico-musical-emocional” el corazón es quien ilumina el camino, pero no siempre lo sabemos reconocer. Ahí, en mi corazón, vive lo que me gusta llamar “la voz de Dios en mí”, la intuición, el sexto sentido, esa sensación que siempre me deja saber si he tomado la decisión correcta o no. A veces le hago caso, pero muchas otras veces no.
El buenazo de mi corazón siempre manda señales en forma de palpitaciones, sensaciones en el estómago, calambres en los dedo para indicarme sí una decisión es conveniente. El problema es que no hablo bien su lenguaje y ahí tengo al pobre esforzándose por guiarme, luchando contra la fuerza de mi mente, porque resulta que el lenguaje de mi mente es uno que sí conozco bien. Sus mensajes se manifiestan a través del miedo, de la duda, de las inseguridades que traigo cargando en mi costalito desde pequeña. Es entonces, cuando en el umbral de una decisión me encuentro a mi misma valorando hacerle caso a la mente o al corazón. Mi mente, vanidosa como ella sola, trata de imponerse orgullosa y segura por el poder que le da su arma cargada de miedos sobre mí, mientras que el sabio corazón me ve desde un rincón cansado por sostener una pancarta en la que con letras ya borrosas me escribió desde el día en que nací cree en mí, confía en mí, no puedo hablarte de otra forma, por favor ponme atención... mu-cha-chi-ta-ba-bo-sa (lo último lo tuvo que agregar con el paso de los años para ver si así le prestaba más atención).
Para apoyar más mi idea déjenme preguntarles ¿quién consideran que es más inteligente, el ser humano o cualquier otro animalito de la creación?.........¿Cuántos pensaron que el ser humano? Yo digo ¿inteligente para qué? Para vivir, sin duda me parece más inteligente cualquier otro animalito, animalote o bichito. Véanlo de esta forma. El ser humano tiene hambre y entonces tiene qué pensar ¿qué como? ¿Cómo le hago? ¿Y si me hace daño?, la tele dice que comiendo eso voy a ser más feliz, etc. Mientras que cualquier otro animalito siente hambre y sólo busca su alimento hasta encontrarlo, se lo come y tan tan. Ahora, un ejemplo más complicado, el animalito tiene ganas de aparearse, busca una pareja que esté en iguales circunstancias, se aparea y tan tan, ¿de verdad quieren que les haga el recuento de las implicaciones mentales para los humanos significa el hecho de “aparearse” con otro? Yo quiero, yo no quiero, no tiene nada de malo, mira que ahora no me parece el tiempo, eres una apretada prejuiciosa, eres un desconsiderado machista, mugre vieja loca, mugres hombres, todos son iguales. ¿Si me explico? Además, que yo sepa, ningún otro animal de la creación ha inventado para su raza entera tal sistema social que genere el estrés que nos provoca el sistema social que como raza humana hemos implementado. ¿A quién creen ustedes que siguen los animalitos a la mente o al corazón?...... Y nosotros considerándonos los más inteligentes sobre el planeta justo porque tenemos en nuestra mente la capacidad de pensar.
Yo digo, sigamos al corazón, pero no a las voces de la mente que luego se confunden con las del corazón, esas qué dicen pero si estoy locamente enamorada (eso es el miedo que nos hace justificar nuestras imprudencias), pero si no soy cómo él/ella quiere que sea no va querer estar conmigo (también son las voces de la mente pensando que es mejor dejar de lado nuestros principios con tal de no estar solos) pero si me dijo y me dijo y me dijo (de nuevo la mente justificando con palabras lo que en realidad debe sostenerse por sí sólo con acciones). Mejor sigamos al corazón, si lo escuchamos sin miedo y con claridad siempre sabrá ayudarnos a encontrar nuestro mejor lugar.